Todo este asunto del ángel de la muerte debería haber venido con un manual.
O un diagrama de algún tipo.
Un diagrama de flujo habría sido estupendo.

viernes, 2 de octubre de 2015

Primer vistazo a Más brillante que el sol

Os traigo la traducción del pequeño artículo que ha sacado la web de Heroes and Heartbreakers esta semana sobre Más brillante que el sol, en el que nos dan unas pinceladas de lo que será la novela corta.


Darynda Jones

Más brillante que el sol (Charley Davidson 8.5)
St. Martin's Press / 6 Octubre 6, 2015 / $3.99 digital

Toda su vida, Reyes Farrow ha sufrido el tormento de los condenados. Solo una cosa le ha dado esperanza: la mujer que irradia una luz que ningún mortal puede ver; una luz que solo los difuntos pueden ver...

Contada desde su punto de vista, Más brillante que el sol cuenta la primera vez que Reyes se encuentra con Charley, y cómo su relación ha sido lo único que puede salvarle o condenarle.



¿No te encantaría saber qué está pasando por la cabeza de tu novio, especialmente si dicho novio es el hijo de Satán? Darynda Jones nos da un regalito en Más brillante que el sol. Nos deja echar un vistazo en la mente del no tan celestial rompecorazones, Reyes Alexander Farrow, el amor de la vida de Charley Davidson.

La serie de Charley Davidson está escrita en primera persona desde el punto de vista del personaje principal, Charley. Pero los fans siempre han querido saber más sobre el hombre detrás de esas ardientes miradas dirigidas a Charley.

Sabemos que Reyes, conocido en un punto de la vida de Charley como “El gran malo”, supo que Charley nacería en el mundo para ser el siguiente Ángel de la muerte. Incluso antes de su nacimiento, Reyes se enamoró de ella, y se aseguró de que él mismo también naciera en la Tierra. Había elegido a sus padres biológicos de modo que Charley y él crecieran juntos, se convirtieran en amores de la infancia, y vivieran juntos su vida mortal. Pero el padre de Reyes, Satán, descontento con que lo traicionase a él y a su plan de robar el siguiente portal al cielo, castigó a Reyes de modo que fuera robado a sus padres biológicos y vendido a un hombre que era pura maldad, Earl Walker.

Empiezo con la primera vez que la vi. Una luz brillante en la vasta negrura del universo. ¿Cuántos siglos hace de eso? ¿Cuánto tiempo he estado esperándola? Ella se da la vuelta y me sonríe, y estoy perdido. 
Abandono mi misión. Esa en la que se supone que debo estar ahí cuando ella nazca como humana en la Tierra. Esa en la que se supone que debo matarla y capturar su alma. El recipiente. El portal al cielo. El preeminente poder que es innato en los de su especie. Se supone que tengo que envolverlo todo con un lazo y dejarlo a los pies de mi padre. Mi verdadero padre. 
En cambio, espero. Planeo. Encuentro una familia y sacrifico mi memoria, mi identidad, para nacer también en la Tierra como humano. Para ser criado cerca de ella. Para conocerla en terreno común. Deberíamos hacer ido a la escuela juntos. Deberíamos haber sido amores de instituto.  
Deberíamos haber vivido nuestro felices para siempre.

Al parecer, mi padre no agradeció que cambiara su plan, así que lanzó una llave mortal al mío en la forma de Earl Walker. 

En Más brilante que el sol, vemos que mientras Reyes crecía bajo la constante tortura de Walker, escapaba a un mundo que pensaba que había creado su imaginación. Un mundo donde vivía una chica preciosa. Una chica cuya luz era resplandeciente, una luz que siempre le curaba del daño que le infligía Earl. Siempre que alguien tratase de perjudicar a su amiga, la protegería como era incapaz de protegerse a sí mismo.

Algún día, pienso, cuando sea más fuerte, voy a romper las ventanas y destrozar las barras con mis propias manos. 
Algún día. 
Es en esta época cuando empiezo a reflexionar sobre por qué creé mi otro mundo. Por qué creé a la Holandesa. Ahí puedo ser fuerte. Poderoso. Astuto. Como un ángel de la Biblia que robe de una habitación de hotel en la que me colé. O los superhéroes de los cómics que encontré en la basura. O el correcaminos de mis dibujos favoritos. 
En la vida real, soy más como el coyote. Torpe. Connivente. Un fracaso absoluto en todo lo que hago. Me siento como el coyote cuando cae del acantilado y se estrella abajo en una nube de polvo. 
Pero no cuando estoy en su mundo. Su mundo es tan vívido. Tan tangible. Pasan cosas que no puedo controlar. Si pudiera, haría que la nueva madre de Holandesa la quisiera. Y haría que Holandesa me quisiera, así que probablemente en bueno que no pueda controlarlo. Como Earl me dijo una vez, no puedes forzar a alguien a que te quiera. Solo puedes acecharles y esperar lo mejor.   
Así que la acecho. Voy a verla cada vez que puedo. Siento la luz en la cara. Veo el brillo de sus ojos. Me tumbo y caigo en su mundo durante horas.

Y conforme se hace mayor y observa como ella crece cada vez más hermosa, Reyes desea más y más que Charley fuera más que una luz brillante en su imaginación. Ella era siempre el sueño al que escapaba cuando su vida era demasiado dura. Si solo fuese real. Es cuando Reyes alcanza sus últimos años de adolescencia cuando su mundo se pone patas arriba, y durante una particularmente brutal paliza de Earl, su mundo de ensueño literalmente se estrella contra la realidad cuando Charley laza un ladrillo contra su ventana delantera para parar la paliza. Por primera vez, Reyes vio la cara que conocía mejor que la suya propia en carne y hueso.

Durante mucho tiempo, mantengo la mirada fija. Mil pensamientos me golpean a la vez, uno de ellos el hecho de que ella es real. De carne y hueso. Holandesa. Su luz me baña. Comienza a sanarme al instante. 
Empiezo a calmarme. Para enlentecer mi respiración. Para despejar mi cabeza. No sé qué pensar, aparte de que es mucho más Hermosa de lo que nunca soñé. Es real. Y me ha visto. Mi verdadero yo. No tengo túnicas bajo las que ocultarme ahora. Ninguna capa. Ha visto cómo vivo. 
No creo que se de cuenta de que soy yo. ¿Sabe que soy real? Quizá piensa lo que yo pensaba. Quizá piensa que soy un sueño. Un product de su imaginación. Algo para ayudarla a hacer frente a la realidad de su existencia.

Enterarse de que Charley era una mujer real fue un momento crucial en la vida de Reyes que lo pone en el camino de recordar quién era él y cuál era su propósito para nacer en la Tierra: encontrar a su amor y protegerla con todo su corazón.

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Traducción: Crispy.